Hace muy pocos días se ha creado el debate sobre la posibilidad de que la policía –siempre con el permiso de un juez-, pueda infectar el ordenador de un hipotético ciberdelincuente, inoculando sus equipos con un software de tipo troyano.
Lo comenté en un post que subí a la página ayer mismo, titulado “La protección del Ciberespacio”. En ese artículo decía que “La robustez de una cadena viene dada por la robustez de su eslabón más débil”; y que ese eslabón solíamos ser las personas. Hoy desayuné con la noticia de que ciberespías chinos habían atacado -entre otros-, a personal involucrado en la construcción del nuevo edificio que albergará la sede principal del Espionaje australiano (llamado ASIO) consiguiendo, al final, entrar en el ordenador de uno de los contratistas que participan en la megaobra de este proyecto.
…”Somos los nietos de los héroes de la Nación Árabe e Islámica. Seremos vuestra pesadilla. Atacando a vuestros sitios vitales vamos a terminar con vuestra débil economía”. Así es como reza la frase que ha aparecido en algunas de las páginas web españolas hackeadas por el denominado grupo “Fantasmas marroquíes”, también denominados “Los Monárquicos”.
El pasado mes de Noviembre tuve la oportunidad y el honor de impartir una conferencia en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), en Madrid, ante más de 40 altos mandos del ejército Español y responsables del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Mi exposición estaba enmarcada dentro de las “X Jornadas De Seguridad de la Información en Defensa”.